Prepara tu jardín para el invierno

Con diciembre llega el invierno y, con él, las primeras heladas. Es el momento más duro para nuestras plantas, por ello, es aconsejable que prepares tu jardín por completo para el invierno, tomando ciertas medidas y reforzando los cuidados para prevenir que sufran daños; especialmente, si resides en una zona con fuertes heladas y temperaturas bajas. Es responsabilidad nuestra mantener las plantas sanas para que en primavera vuelvan a lucir con todo su esplendor, por eso queremos darte siete consejos esenciales para que puedas seguir disfrutando de tu jardín. ¡Manos a la obra!

7 consejos para preparar tu jardín para el invierno

Siega y airea el césped

Durante la temporada invernal, es importante llevar a cabo unas determinadas acciones para que el césped se mantenga verde y vivo, así te ahorrarás replantarlo en primavera. Antes de que vengan las primeras heladas hay que segar una vez más y espolvorear de vez en cuando con algo de turba y abono. No es recomendable cortarlo por completo, sigue haciéndolo cuando corresponda y airéalo con una horquilla de jardín.

Retira las hojas secas con cierta asiduidad. Si no puedes quitarlas a diario, asegúrate de hacerlo en días alternos para que no se acumulen, ya que asfixiarán tu césped. Puedes utilizarlas para hacer centros de mesa de temporada o tritúralas y servirán como abono.

Protege tus plantas

En caso de heladas muy fuertes, puedes proteger temporalmente las plantas y flores más vulnerables con una tela, lona o plástico para evitar que se vean perjudicadas. La mejor manera de hacerlo es con plástico de burbujas o, en su defecto, con plástico transparente normal. De este modo, no se impide por completo el paso de la luz y, a su vez, se evita que el aire frío entre en contacto directo con ellas. Retíralo durante el día para evitar que la planta se asfixie.

Asimismo, es recomendable cubrir los árboles con una malla para reducir la acción de los vientos fríos del norte, especialmente los cítricos, ya que sus frutos y brotes son delicados. También los arbustos, que pueden parecer más resistentes, precisan protección. Donde nieve, es conveniente cerrar los arbustos más frágiles a fin de impedir que se acumule en su centro y abra las ramas.

Las plantas injertadas merecen el mayor cuidado. Envuelve el lugar del injerto con paja o con una mezcla de abono y hojas. También se venden unas fundas especiales de protección, pero si tu presupuesto no es muy elevado, otra opción menos estética aunque igual de efectiva consiste en cubrir con una bolsa de basura y atarla por debajo del injerto.

Reduce el riego

Uno de los principales problemas generados como consecuencia del frío es el congelamiento del agua presente en el sustrato de la planta. Debido a ese motivo, y a que las necesidades de humedad de las plantas en esta época es mucho menor, es importante reducir la frecuencia y cantidad de riego. Además, el agua en exceso sumada a las bajas temperaturas contribuye a que las raíces se pudran.

A la hora de regarlas, házlo durante el día, en las horas más cálidas, intentando que el agua no moje la planta, ya que cuando las temperaturas bajen, las gotas podrían congelarse y resultar perjudiciales.

Pon las macetas a cubierto

Siempre que sea posible, las plantas y los arbustos ubicados en macetas se deben guardar bajo cubierto durante las noches de invierno. En las regiones más frías, es recomendable colocar el tiesto dentro de un recipiente más grande, preferiblemente de mimbre, y poner paja en el espacio que queda entre ambos, aislando su superficie y procurando que no quede descubierta, especialmente si son de materiales más sensibles a temperaturas extremas, como el barro, la cerámica o la terracota.

Ten cuidado de no colocarlas cerca de estufas o radiadores y manténlas en un ambiente fresco y húmedo. Para combatir la falta de oxígeno y sequedad por la calefacción, procura que el riego sea mínimo o nulo y pulvoriza agua directamente sobre el follaje, para propiciar mayor humedad en el ambiente.

Prepara el jardín para la primavera

En determinadas zonas costeras españolas todavía es posible cultivar bulbos y plantar arbustos, rosales y especies de hoja caduca de cara a la próxima primavera. No obstante, si las heladas o las temperaturas por debajo de 0ºC se te han adelantado, debes esperar a que el tiempo amaine.

De las especies que adornan el jardín durante el invierno, las mejores son los pensamientos, porque son muy resistentes al frío. Poseen una gama de colores amplia, lo que permite realizar múltiples combinaciones, aunque sin olvidar dejar entre mata y mata unos 30 centímetros de distancia y aportarle un suelo bien abonado y con cierta humedad. También es buen momento para algunas variedades de gramíneas que ofrecerán un aspecto muy ornamental. Además, durante el invierno es posible plantar rosales, teniendo en cuenta que les gusta el sol y no precisan riegos abundantes. (Fuente: www.webdehogar.com)

Cubre la tierra recién plantada con una capa de hojas, estiércol u otro material orgánico. Esto evitará que el suelo se seque, a la vez que protegerá las semillas y bulbos contra las heladas, mejorando el crecimiento. Durante el invierno, puedes también plantar leguminosas, como garbanzos, lentejas o judías. Las raíces conservarán la tierra compacta y la nutrirán para tenerlo todo a punto para la primavera.

¡Sigue disfrutando de tu jardín!

Por último, y lo más importante, no te olvides de disfrutar de tu jardín también en invierno. Mantén algún lugar donde sentarte los días que haga buena temperatura y disfruta tomando un poco de sol, con la familia o jugando con tus mascotas. Hay varias opciones, como hacer un porche que dé al jardín o incluso un pequeño invernadero con puertas correderas para poder disfrutar de él todo el año.

Si no quieres hacer obra o quieres disfrutar de tu jardín al aire libre, apuesta por pérgolas, a las que además puedes agregarle estufas de gas o eléctricas. Otra opción es aprovechar los días de más sol y salir al jardín acompañado de mantas.

No olvides retirar los muebles del jardín para que estén perfectos de cara a la próxima estación. Si son de madera, dales una mano de cera para que se conserven mejor y si son de plástico, lávalos antes de guardarlos. Puedes sustituirlos por materiales que soportan mejor el frío y la humedad, como el hierro forjado, la teka, el aluminio, el acero lacado, los materiales envejecidos o la cerámica rústica.