Making of spot Navidad
En MAR Real Estate siempre hemos creído en el compromiso social. En que una vivienda no es sólo una inversión, sino el espacio en el que pasaremos los momentos más importantes de nuestra vida. En que gracias a nuestra cualificación, podemos ayudar a personas a ser un poco más felices. Por eso, debíamos creer en la Navidad.
La idea de grabar un spot publicitario surgió después de encontrar la respuesta a cómo podríamos sorprender a nuestros clientes en estas fechas, en las que, mientras todo el mundo prepara sus casas de Navidad, ellos aún la están buscando. Si en el día a día de muchas de nuestras oficinas dedicadas al retail, entre su actividad se encuentra el mostrar viviendas a familias, ¿por qué no sorprenderles preparando un hogar para ellos en el que pudieran sentir el espíritu navideño como en casa?
Cuando contamos esta idea a un equipo de producción cinematográfica, en seguida se pusieron manos a la obra para ayudarnos a contar al mundo nuestra idea, sin importarles los recursos. Necesitábamos escenarios donde grabar, decoración navideña, equipo técnico, personas que se prestaran a aparecer en pantalla… Y, a los pocos días, ya contábamos con una treintena de profesionales que, además de su esfuerzo, nos abrieron las puertas de sus casas.
Sin conocernos, nos aportaron lo mejor que sabían hacer sin ninguna otra ambición que ayudarnos en nuestro proyecto. El mensaje final del spot no podía ser otro: ¿Y si estas Navidades todos sacáramos lo mejor de nosotros mismos para hacer un poco más felices a los demás?
Agradecimiento spot Navidad
Manon Touzelet (Dirección). Por su sí rotundo al proponerle el proyecto. Por dedicar tantas horas a preparar el guión, reunir un equipo y asegurarse de que todo marchaba bien, desde el primer día hasta el último. Sin ella no hubiera sido posible.
Miguel Carreras y Leticia Amor (Ayudantes de Dirección). Por su profesionalidad, su aire fresco después de dos días de continuo rodaje. Por marcar los tiempos. Por abrirnos las puertas de su casa.
Producción. Por ocuparse de que todo estuviera listo para el rodaje y tener hasta el último detalle bajo control. A Charlie Chin, por abrirnos las puertas de su casa y ser nuestro almacén. Por prepararnos café caliente y bocadillos que sabían a gloria. A Veronique Rodríguez, por recorrerse España y Madrid en furgoneta.
Marcos de Luelomo y Juan Soriano (Dirección de Fotografía y eléctrico). Por su profesionalidad. Por su paciencia a la hora de repetir escenas. Por ceder parte del material de rodaje. Por su acierto para elegir los planos y aportar la luz más favorecedora.
Kando Rodríguez (Dirección de Arte). Por su creatividad. Por su gusto a la hora de elegir y montar los escenarios. Por trasnochar para dejarlo todo listo para el día siguiente, a pesar del madrugón y aunque apretara el hambre.
María Hernández (Maquillaje). Por conseguir que todos estuviéramos más guapos. Por acompañarnos durante el rodaje. Por su paciencia. Por su delicadeza. Por su sonrisa.
Isaac Merino (Montaje). Por no dudar en colaborar en el proyecto, aunque el tiempo corriera en nuestra contra. Por saber extraer de dos largos días de rodaje el mensaje que queríamos transmitir en dos minutos. Por trabajar a contrarreloj y no perder la paciencia.
Salva Buitrago (Martín), Yulia Dobrova (María José), María Martín (Ainhoa), Lydia Arcos (Alba), Arturo López (Juan), Carlota Coralie (Luisa), Chema Gómez (Armando), Veronique Roriguez (Manuela). Por su espontaneidad. Por adaptarse a las exigencias del guión y vestuario. Por ser la cara visible de nuestro spot. Por la ilusión que han puesto en el proyecto.
Ana Latorre y Daniel Sanz. Por prestarse como actores y a cualquier escena. Por repetirlas. Por abrirnos las puertas de su casa y de su lugar de trabajo, convertirlos en un plató, meter a treinta personas y dejarnos ponerlo todo patas arriba una y otra vez sin perder la calma. Ni la sonrisa.
De todo corazón, ¡gracias!