Consejos útiles para ahorrar en la tarifa eléctrica
Comienza la cuesta de enero. Y a pesar de que este año no ha empezado tambaleándonos con el incremento del precio de la luz, que se mantendrá estable por el momento en función de su cotización en los mercados mayoristas, la tardía llegada del frío amenaza con inflar la tarifa eléctrica durante los próximos meses. Por eso, queremos darte unos consejos útiles para dar un pequeño respiro a nuestros bolsillos.
Revisa la potencia eléctrica contratada
Las tarifas eléctricas incluyen un “término de potencia”, que significa la potencia máxima que se puede consumir de forma simultánea y por la que se paga un canon mensual fijo, aunque la vivienda esté vacía y el consumo sea cero. Muchas veces la potencia contratada es superior a la que realmente necesitamos, por lo que revisar este concepto puede ayudarnos a reducir visiblemente la tarifa eléctrica.
Para saber si podemos solicitar una bajada de potencia según nuestro consumo, sólo hay que sumar la potencia (kW) de aquellos electrodomésticos que vayan a funcionar al mismo tiempo, añadirle un margen de 1kW y elegir la potencia superior más próxima al resultado de la suma. Otra opción es ir encendiendo los electrodomésticos y comprobar si el ICP o limitador del cuadro eléctrico salta dejándonos un margen suficiente.
Las compañías tienen la obligación de proceder a la bajada de potencia en un periodo de 5 días desde la solicitud, cuya gestión tiene un coste de 10,94€ (IVA incluido).
Bombillas de bajo consumo
Utiliza luces led o de bajo consumo, que gastan un 75% menos y duran hasta diez veces más que las incandescentes, lo que se traduce en un ahorro eléctrico de hasta 109€ en vida útil por bombilla. Del mismo modo, evita el uso de bombillas incandescentes de larga duración, que desperdician más del 90% de electricidad, y sustitúyelas por lámparas fluorescentes compactas.
Aprovecha la luz natural y no enciendas la luz si no es necesario. Si la habitación tiene lámparas fluorescentes o de bajo consumo y te vas a ausentar por menos de 20 minutos no las apagues; volver a encenderlas gastará más que dejarlas encendidas. En cambio, si son incandescentes apágalas cada vez que salgas de la habitación, incluso por períodos cortos de tiempo.
La temperatura de la calefacción
Para evitar un gasto innecesario en calefacción, se recomienda graduar el termostato a la temperatura de confort, que en invierno está fijada en 21ºC durante el día y unos 17ºC durante la noche. Recuerda que cada grado más supone un incremento del consumo del 7%.
Asimismo, debes acondicionar sólo aquellas estancias en las que vas a estar y cerrar las puertas para evitar la pérdida del aire caliente y, cuando vayas a salir de la habitación, si te vas a ausentar por menos de tres horas, baja el termostato unos tres grados sin apagar el aparato, ya que el consumo energético de volver a calentar la habitación será aún mayor. Del mismo modo, al encenderlo, no ajustes el termostato a una temperatura más alta de lo normal, ya que no calentará más rápido y, sin embargo, el consumo será mayor.
Electrodomésticos
No dejes los aparatos eléctricos como televisores u ordenadores encendidos o en posición de ‘stand by’ cuando nadie los esté usando, ya que al permanecer el aparato conectado al circuito de alimentación eléctrica continúa consumiendo aunque no esté realizando su función principal, lo que supone entre el 3% y el 13% del consumo eléctrico de las viviendas. Utiliza regletas, que te permiten fácilmente encender y apagar los aparatos sin tener que desconectarlos.
En la cocina, sustituye los electrodomésticos por aquellos de clase A o superior, que consumen hasta 3 veces menos que los de clase G. Del mismo modo, la placa de inducción es más rápida, más segura y gasta menos que la vitrocerámica.
Configura el frigorífico a una temperatura de entre 3ºC y 7ºC, y entre -18ºC y -15ºC el congelador. Cada grado más de enfriamiento puede suponer hasta un 5% más de consumo. No los sobrecargues de alimentos y tapa y deja enfriar las sobras para permitir que el refrigerador trabaje con más eficiencia. Descongélalo de manera regular y asegúrate de que la puerta de la nevera cierra herméticamente, evitando la formación de escarcha, que puede provocar un aumento del consumo de hasta el 30% por una capa de hielo de tan sólo 5 mm.
A la hora de cocinar, utiliza sartenes y ollas de diámetro superior al de la superficie de la placa. De este modo la cocción será más rápida y ahorrarás hasta un 20%. Del mismo modo ocurre con la olla a presión, cuyo ahorro puede llegar al 50%. En todo caso, asegúrate de tapar las ollas para conservar el calor y apaga la cocina o el horno unos minutos antes de que la comida se haya terminado de cocinar, ya que el calor retenido termina de hacer el trabajo, usando menos energía.
Para la colada, Utiliza programas de lavado en frío, ya que el 80% de la energía que consume una lavadora la utiliza en calentar el agua. Del mismo modo, los detergentes líquidos hacen trabajar menos a la lavadora que los detergentes en polvo o en pastillas. Por último, utiliza programas con centrifugado de alta velocidad y evita el uso de la secadora.